domingo, 30 de noviembre de 2014

Poesía en las calles de Madrid

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Foto: Beatriz Santos
Con el nombre, “Madrid, te comería a versos, el colectivo de artistas urbanos, Boamistura (en portugués, buena mezcla), compuesto por cinco integrantes, dio un toque poético al otoño 2014 en la capital de España. “Un acto de amor de artistas y poetas para humanizar nuestras ciudades”, así lo definen los creadores de este proyecto. Más de una treintena de pasos de cebra de la ciudad se diferencian del resto por transmitir, a los peatones de Madrid, un mensaje que hace más ameno la espera por cruzar la calle. Un proyecto, según señalan, “está al margen de Instituciones y empresas” en el que todas las personas implicadas en él “han regalado su talento, su trabajo y su esfuerzo de forma sincera y altruista para hacer un poco más humana esta ciudad”. Cada texto plasmado en el suelo madrileño, fruto de esta acción, procede de versos de Rayden, extraídos de las canciones ‘A mi yo de ayer’, ‘Matemática de la carne’, ‘Magia blanca’ y ‘Viviendo en gerundio’, del disco En alma y hueso. Otros del cantante Leiva, obtenidos de las canciones ‘Francesita’, ‘Tu respiración’, ‘Vis a vis’ y ‘Nunca nadie’ de sus discos Diciembre, Aviones y Pólvora. Además de su tema inédito La ciudad pintada. Por último, Boamistura ha utilizado estrofas de Ajo, sacadas de los libros ‘Micropoemas’, ‘Micropoemas 2′ y ‘Micropoemas 4′. Decoración en los pasos de cebra que da un aire diferente al día a día, al ajetreo y a la rutina que se vive en la capital. Pero esta idea de poesía en los suelos madrileños no es nueva y se puede encontrar, de manera diferente, a lo largo de la calle Huertas, en el Barrio de las Letras de Madrid. Comienza en la Plaza del Ángel y termina en la Plaza de Platería de Martínez. Pues bien, si la recorremos de arriba abajo o de abajo arriba, podremos leer bajo nuestros pies estrofas de escritores del Siglo de Oro. Desde Benito Pérez Galdós y Luis de Góngora, pasando por Gustavo Adolfo Bécquer, José Zorrilla, José Echegaray hasta Lope de Vega, Francisco de Quevedo o Miguel de Cervantes, entre otros. Esta calle, paralela a la de Atocha debe su nombre a las “huertas del prado” que había en el siglo XVII, en el actual Prado. Desde finales del siglo XX debido a la profusión de bares y locales nocturnos se ha convertido en una calle “de copas” en Madrid.

Avanzamos, cambiamos, transformamos, experimentamos… Pasamos de un soneto de Quevedo, “Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes, ya desmoronados, de la carrera de la edad cansados, por quien caduca ya su valentía” a un verso de Rayden, “No hay mejores brindis que los que hacen tus pestañas”, acompañan a los pasos de cebra y que, lejos de pasar desapercibidas llaman la atención de cada persona que pisa sobre las letras de ilustres escritores. Puede que la poesía de ahora tenga un sentido diferente, pero lo que está claro es que el arte, la poesía y la creatividad seguirán estando siempre presentes.

Beatriz Santos (@_BeaSantos_)