lunes, 12 de enero de 2015

El Templo del Madridismo

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Foto: Beatriz Santos


Santiago Bernabéu. Estadio del Real Madrid, templo para los madridistas, casa para los jugadores, icono para la capital de España, en definitiva, va más allá de un simple terreno de juego. Como bien dice la estrofa del himno del centenario del Real Madrid, “Campo de estrellas donde crecí”. Y es que si algo diferencia al equipo madridista del resto de clubes es la cantidad de estrellas que han pisado y pisan el césped de su estadio. Pocas se resisten a vestir la camiseta blanca y a pisar el césped de este equipo. El Santiago Bernabéu ha sido testigo de las leyendas más grandes del mundo del balón. Ha podido disfrutar y disfruta, en primera persona, de los mejores partidos, clásicos y derbis del fútbol español. Ha visto y ve cómo familias enteras, generaciones de padres e hijos han crecido viendo jugar a su equipo del alma y a su vez, grupos de amigos o parejas disfrutan en cada partido compartiendo un mismo sentimiento. Ha sido y es uno de los incluidos dentro de la categoría de Élite. Ha sufrido y sufre, ha llorado y llora, ha gritado y grita, ha saltado y salta con cada victoria y derrota de su conjunto blanco. Este campo de fútbol es símbolo del equipo galardonado a nivel futbolístico, nacional e internacional, por la FIFA como el Mejor Club del Siglo XX. 

En sus entrañas se encuentran más de un centenar de títulos que ha conseguido el equipo blanco a lo largo de su historia y que, con el paso de los años, va en aumento. Al inicio de cada temporada ofrece a sus aficionados las diferentes presentaciones de los nuevos jugadores, que en ocasiones, como en la de Cristiano Ronaldo, consigue congregar a tantos madridistas, o más, como si de un partido importante o una final se tratara. Por otro lado, si a lo largo de la temporada se consiguen títulos como la Liga o la aclamada Champions, el Bernabéu deja de ser un estadio para convertirse en una auténtica fiesta. El último título que ha sido ofrecido en él, ante la afición blanca, ha sido la Copa Mundial de Clubes, que el Madrid ganó el pasado 20 de diciembre en Marrakech, tras ganar al San Lorenzo. Además de ser la casa del Real Madrid, este estadio ha vivido una final de la Copa Mundial en 1982, una final de la Eurocopa en 1964, cuatro finales de la Copa de Europa y 35 finales de la Copa del Rey. El Bernabéu, con casi 70 años de historia, es una visita casi obligada para cualquier turista que llega a Madrid y no pasa desapercibido para nadie, independientemente de ser madridista o no.

Beatriz Santos (@_BeaSantos_)

domingo, 11 de enero de 2015

Javier San Segundo: "Pretendemos ser el local que a una persona le gustaría tener cerca de su casa".

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Foto: Beatriz Santos

Javier San Segundo es el dueño del local palentino ‘The Lemon Society’, conocido como el bar con más ginebras del mundo. Este proyecto surgió gracias a la unión de sus dos pasiones, por un lado, la gastronomía y la hostería y, por otro, las actividades culturales. Todo ello ha hecho de este establecimiento un espacio multifuncional en constante movimiento.

Beatriz Santos: ¿Cómo nació la idea de crear el local?
Javier San Segundo: Hace diez años murió mi padre y quise montar una fundación en el lugar donde él tenía su negocio, un local orientado totalmente a actividades culturales, conciertos, exposiciones, charlas, coloquios… Por aquél entonces no se pudo hacer por cuestiones técnico-administrativas relacionadas con el Ayuntamiento, pero a partir de ahí empecé a darle vueltas al asunto. Se juntaron mis dos pasiones, la música en directo y las actividades culturales en general, además de la gastronomía y la hostelería que heredé de mi padre. A raíz de esto se me ocurrió crear en Palencia un local que fuera multifuncional, en el que se hicieran un montón de actividades que tuviera una oferta más amplia y diferente para los clientes.

B. S: ¿Por qué razón quiso marcar la diferencia con la ginebra?
J. S: No estaba pensado de antemano, sino que surgió con el tiempo. Es verdad que yo soy aficionado a ese mundo, pero primó ahí el querer diferenciarnos del resto de locales de la ciudad, para ofrecer algo que no existiera. Y poco a poco fuimos investigando y aprendiendo, porque no conocíamos previamente todas las ginebras que existían. También vimos que venía gente de Valladolid a nuestro bar porque teníamos gran variedad de esta bebida. Entonces es cuando se nos ocurrió llevar a cabo la idea del récord Guiness del bar con más ginebras del mundo y vimos que era algo realizable. Asimismo nos ha servido para dar a conocer nuestro local y nuestra ciudad fuera de las fronteras de la provincia en ferias, a las que hemos asistido el año pasado incluso con el Ayuntamiento, o la Diputación, con la marca Palencia Turismo.

B. S: ¿Se os ha concedido ya el récord Guiness o sigue pendiente?
J. S: Tenemos admitida la solicitud. Ellos te mandan un correo de confirmación diciéndote que la misma está admitida y es un proceso que en teoría tarda seis semanas, aunque llevamos siete semanas de espera. Una vez que contesten, nos dirán qué pruebas tenemos que mandar del número de ginebras que tenemos, casi seguro será una fe notarial. El récord actual lo tiene el Heather Hotel de Woodstock en el Reino Unido con 161 ginebras y nosotros ahora mismo tenemos 510.

B. S: ¿De qué país tienen más ginebras?
J. S: La ginebra aunque se hizo popular por los ingleses, tiene origen holandés y el mayor número de las que tenemos proceden de estos dos países.

B. S: Algunas serán difíciles de adquirir, ¿cómo se realiza el proceso de búsqueda de esta bebida?
J. S: Este proceso ha tenido más o menos tres fases. La primera es a lo que llegábamos nosotros físicamente: proveedores, supermercados…, todo este tipo de grandes superficies que hay dedicadas a la hostelería y que es la forma más directa. La segunda opción fue por internet y ahora mismo, cuando ya tenemos casi todo lo que existe, buscamos cosas muy raras. Por ejemplo, tenemos una exposición de ginebras antiguas y vamos a realizar otra, porque seguimos encontrando cosas especiales y que ya no se fabrican. Ahora lo que más buscamos son rarezas y las últimas novedades.

B. S: ¿Cuál es la ginebra más peculiar con la que se ha encontrado?
J. S: Yo diría que, por la complejidad que tiene y la manera en la que está hecha, sería Monkey 47,que es alemana. Quizá sea una de las ginebras de las más diferentes, especiales y cara, porque lo vale, tanto por su elaboración como por sus aromas y su sabor.

B. S: ¿Qué diferencia de precio puede encontrar el cliente si pide un gintonic en su local?
J. S: El precio oscila entre 5,50 y 35 euros. El más barato sería uno normal, como un Beefeater, un Master’s o un Seagram’s y el más caro sería el que lleva ginebra Zuidam, que es holandesa y tiene 20 años en barrica.

B. S: ¿Hay alguna ginebra que le falte en la colección? 
J. S: El otro día me ha traído un amigo la ginebra más vendida del mundo que aún no la teníamos. Es San Miguel y viene de Filipinas, pero sólo se vende allí. Después hay otra ginebra que me falta y ya estoy apuntado en lista para adquirirla; es la más cara del mundo, Nolet’s reserva. Esta se fabrica en EEUU, aunque la destilería es holandesa y solo hacen 700 botellas al año.

B. S: Además de esta bebida, también destacan las tapas que preparan, ¿es un buen gancho para atraer al cliente?
J. S: Sí, y además de las tapas, damos mucha importancia al vino. Ahora mismo me atrevería a decir que somos el bar de Castilla y León con más vinos por copas. El vino y las tapas son un buen nexo porque a todos nos gusta comer algo con un vino o una caña y en eso intentamos esmerarnos, para que sea también un poco diferenciador.

B. S: Sabemos que traen música en directo al local, ¿de qué estilos es?
J. S: Hemos traído de todo. Desde reggae hasta pop independiente, hard-rock, heavy-metal, música de autor, música de los años 50, 60, 70, jazz, blues… Precisamente esto cuadra con la filosofía del local que es muy ecléctico, tanto en el tipo de clientela, como en las edades de la gente que viene. Hay una mezcla de clientes que para mí es muy bonita porque entra todo.

B. S: ¿Cómo definiría ‘The Lemon Society’?
J. S: Más que un bar, aunque ponga eso en la licencia, es un local multifuncional que está en constante movimiento, que crece cada día un poquito. Lo que pretendemos no es ser el mejor local, sino el local que a una persona le gustaría tener cerca de su casa.

Beatriz Santos (@_BeaSantos_)

jueves, 8 de enero de 2015

Música tradicional a través del rabel

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Foto: Beatriz Santos



La música tradicional no está del todo en extinción. Ejemplo de ello es Miguel Abad, un palentino de 40 años que lleva desde los 16 tocando el rabel. “El tatarabuelo del violín”, así define el instrumento este rabelista de una forma simple “para orientar un poco a la gente que no lo conoce”. El rabel llegó a la península ibérica con la invasión árabe. Este instrumento a pesar de llevar más de 10 siglos en España apenas ha tenido evolución porque quedó relegado como instrumento popular y como reducto en las zonas de montaña. Miguel Abad aprendió a tocarlo de una forma muy curiosa según manifiesta: “mientras bailaba en un grupo de danza aparecieron en los bajos de la Diputación de Palencia, un par de rabeles viejos. Negocié con los responsables para restaurar uno de ellos y a cambio quedarme con el otro. Como a finales de los 80 no había cursos ni mucha gente que tocara el rabel, no me quedó más remedio que buscar grabaciones de campo y de los recopiladores de música tradicional donde había distintas canciones. Poco a poco y de forma autodidacta aprendí a tocar y a perfeccionar la técnica”. A la hora de dedicarle tiempo a esta pasión, Miguel Abad comenta que “cuando se tienen responsabilidades familiares, el tiempo para la música es más anecdótico” y en este caso el rabel “no es un instrumento que tenga una exigencia de ensayo como el piano o la guitarra, por ello intento dedicarle un rato a la semana”. Respecto al futuro de este instrumento señala que, a pesar de haberse utilizado en toda España, “últimamente ha tenido un auge especial sobre todo en Cantabria, que lo han asumido como un instrumento autóctono y como seña de identidad, aumentando el número de intérpretes, certámenes, recopilaciones y gente que lo toca en la actualidad”. 


Además de tocar el rabel como solista, Miguel Abad tiene experiencia en los grupos musicales. Formó parte del conjunto palentino “Alma Cántaro” en el que dio conciertos por muchos pueblos intentando transmitir a la gente la música del rabel y otros instrumentos de la región. Desde 2009 es integrante de “Patas de peces” junto a Andrés Florez, Javier Vázquez y Evelyn Torres. “Somos un grupo basado en el rabel pero la música no es exclusivamente de él, la mayoría del repertorio es de dulzaina, gaita, flauta y tamboril, instrumentos y música de Castilla y de fuera de la comunidad, pero todo tradicional”, aclara. Esta música toma forma gracias a “la guitarra española, diferentes percusiones y voces. Últimamente hemos incorporado también un bajo electro-acústico que le da un toque diferente”. Dependiendo del volumen de conciertos suelen reunirse para ensayar: “en verano tenemos más actividad y practicamos más, pero habitualmente lo hacemos una vez por semana o cada quince días para dar un repaso de lo que tenemos o incluir nuevos temas que llevar al escenario”, explica. La música y los instrumentos tradicionales siguen más vivos en la actualidad de lo que pensamos; quizá para disfrutar de ellos, sólo sea cuestión de buscarlos.

Beatriz Santos (@_BeaSantos_)