martes, 24 de marzo de 2015

Marta Solano: “En los medios locales es donde realmente te formas”

0

Es una de las caras más conocidas de Televisión Española, la periodista Marta Solano, es capaz de transmitir a través del teléfono la misma sensación de cercanía que cuando la vemos en pantalla. Puede presumir de haber sido imagen de los Juegos Olímpicos de Londres y siempre está dispuesta a afrontar cualquier reto que le depare su profesión. Curiosa, natural, inquieta son algunos de los adjetivos que definen a esta madrileña que empezó su andadura como profesional de la comunicación de TVE hace una década y cuya pasión es, sin duda, comunicar.


Foto: Formula TV
Beatriz Santos: ¿Qué le motivó para trabajar en este campo profesional?
Marta Solano: Echando la vista atrás, ahora pienso que es la única profesión en la que me veo realmente y que tiene mucho que ver conmigo. Me gusta la gente, me gusta comunicar, soy muy inquieta y curiosa, pero después de selectividad llegué a pensar en hacer psicología, carrera que no tiene nada que ver conmigo porque soy más de hablar que de escuchar, y estuve a nada de no hacer periodismo. Creo que he acertado con esta profesión y, en concreto, el periodismo deportivo al que le he dedicado gran parte de mi trabajo fue un poco por casualidad, no algo vocacional. A mí me gusta mucho practicar deporte y al ser una persona joven, risueña, mi manera de comunicar y mi naturalidad vieron que tenía buena imagen para el tema de deportes. El periodismo deportivo, en especial en televisión, es una gran escuela y te da muchas oportunidades que en otras secciones como nacional o internacional a la gente joven no le suelen dar. En este campo coges muchas tablas a la hora de viajar, de presentar, de hacer imagen, de entrevistar y de verte en situaciones comprometidas. Al final como se aprende es haciendo, tocando y estando sobre el terreno.

B. S: ¿Recuerda cómo fueron sus inicios en los medios de comunicación?
M. S: Sí, yo jugaba al baloncesto y empecé a hacer mis pinitos un poco tarde. Estudié en la Complutense y ahí realmente la parte práctica se tocaba poco. Mis compañeros durante el año o en verano estaban en emisoras, radios o periódicos locales y por ello me entró el agobio al ver que, en tercero, yo no había empezado. Dejé el baloncesto que era mi pasión y a lo que dedicaba mucho tiempo, básicamente estudiaba y  jugaba, y empecé con un mini currículum ridículo por mi barrio en prensa escrita, en una revista local, donde conocí a una chica que trabajaba en una emisora en Las Rozas y gracias a la cual lo probé y me encantó. Pensaba que me iba a dedicar a la radio porque también estuve en Cadena Ser y Radio Fórmula. En el último año de carrera, estando en la Cadena Ser, me quedaba una asignatura para julio y me dijeron que no aprobara el examen porque si no, no me iban a renovar la beca. En ese momento dije que iba a hacer las cosas bien, a poner todo mi esfuerzo para aprobar ese examen,  licenciarme en julio que era cuando tocaba y no dejar de hacerlo por ningún contrato. Cuando acabó la beca en la radio me ofrecieron ir a la televisión, a Localia, y ahí fueron mis primeros pasos en televisión. En los medios locales, ya sea prensa, radio o televisión es donde realmente te formas. Cuando llega la oportunidad en un medio de primera línea que te pide locutar una noticia o redactar un texto, lo importante son las tablas que has cogido antes en esos medios más pequeños, que para mí son un aprendizaje fundamental, porque en el fondo no hay gran diferencia entre ellos.

B. S: De su experiencia como periodista deportiva tendrá muchas vivencias y recuerdos, ¿con qué se quedaría?
M. S: Te diría tres momentos. El primero cuando aterricé en deportes. Yo estaba en nacional y tras seis meses sin hacer nada,  porque es una sección donde no dan mucha confianza a la gente joven recién llegada dado que los temas que se tratan son importantes, pedí el cambio a deportes en el telediario. A los pocos días abrí el noticiario con un directo de la Selección Española, a la semana estaba con Carlos Sainz en el Sahara porque se iba al Dakar a presentar el Touareg de Volkswagen y fue increíble, al mes me fui a los Premios Príncipe de Asturias con Fernando Alonso y, a los tres meses, estaba presentando telediarios. Ese comienzo y esa confianza que depositaron en mí nunca la voy a olvidar. Otro momento importante en mi carrera fue cuando di el salto de presentar telediarios a presentar programas deportivos y retransmisiones. Ese fue otro reto profesional. Por último, el que recuerdo con más cariño y un poco cumbre de mi carrera como periodista deportiva fue ser imagen de los Juegos Olímpicos de Londres en el año 2012 por todo lo que aprendí y porque supuso la culminación de un sueño. Yo quería seguir en deportes hasta vivir al menos unos Juegos Olímpicos, iba a ir a los de Pekín 2010, pero una semana antes me fracturé el sacro trabajando y por eso los de Londres eran por honor y algo que quería, además de lo que me supuso después profesionalmente. Para mí esa experiencia fue el momento más bonito.

B. S: Tras tu etapa como periodista deportiva llega la de presentar el programa España Directo, ¿cómo enriquece a un profesional de la comunicación un formato televisivo de estas características?
M. S: Muchísimo. El cambio para mí, más que hacer un programa en directo diario de dos horas, porque ya venía de hacer mucho en deportes y estaba acostumbrada, fue tratar otro tipo de informaciones más amargas, como la crónica negra, en las que tienes que tener una delicadeza especial. Me costó el cambio de registro porque venía de una información más amena, más agradable y no emocionarse en directo es difícil. Por otro lado, por primera vez iba a presentar sola durante dos horas y era una gran responsabilidad. La verdad es que el directo, comunicar y los retos para mí son un premio. He aprendido muchísimo en cambios de registro. De estar hablando de un suceso, a hacerlo de un temporal o pasar de repente a una sección de cocina. Además, muchas veces hacíamos el programa sobre la marcha porque de la reunión inicial o las previsiones del día anterior, puedo decir que casi la mitad de los días sonaba la cabecera del programa y no llegaban las imágenes por problemas técnicos, se había cambiado el tema a última hora o teníamos directo y se había levantado por completo toda la escaleta. A mí esos días son los que más me gustan, a mí y creo que a todo periodista.

B. S: ¿Cómo cree que internet ha cambiado la forma de hacer periodismo?
M. S: Muchísimo, hasta el punto de que, por ejemplo, muchas veces en función de lo que es trending topic o no, se puede incluso marcar la agenda informativa. Antes a lo mejor pasaban desapercibidos algunos datos, anécdotas o meteduras de pata y ahora enseguida se convierte en tendencia y un medio de comunicación a veces se ve obligado a mencionarlo o hablar sobre ello. También, a la hora de interactuar, no sólo como agenda del día, sino a la hora de un protagonista. Yo me hice Twitter porque estaba en Estudio Estadio y me di cuenta de que muchas informaciones llegaban antes, o directamente, sólo por las redes sociales. Si no tienes esas herramientas estás como en otro mundo y son realmente necesarias. Además sirven para interactuar con la gente, lo estamos viendo en todos los programas con el uso de los hashtags para que el público participe e incluso en las audiencias, por ejemplo en televisión, no se mira sólo la de los espectadores que es la tradicional, también se tiene en cuenta la de las redes sociales. El que viva un poco al margen de todo esto es como si no estuviera en el mundo, son plataformas de comunicación necesarias para un periodista. Asimismo, para conseguir una entrevista o para que contacten contigo para un trabajo, a la hora de campañas de publicidad o para presentar galas te contratan en función de los seguidores que tengas. A mí hay mucha gente que me contacta por Twitter. Ahora también tengo un blog, intento estar al día, pero es mucho más trabajo para los periodistas porque cada vez somos menos y tenemos que estar en todos los frentes. Es complicado.

B. S: Comenzó en Televisión Española en el 2005, ¿cómo ha evolucionado durante esta década la cadena?
M. S: Ha cambiado radicalmente. Al poco de llegar yo hubo un ERE y se fue la mitad de la plantilla, todos los veteranos de la casa. En 2007 sacaron oposiciones y yo aprobé una, soy personal fijo de Televisión Española y por ejemplo, a nivel laboral, a la gente que entramos con esa oposición nos bajaron el sueldo y dos o tres categorías. Por otro lado, a nivel de condiciones laborales a cambiado a peor, por desgracia, como en la mayoría de las empresas. Se ha perdido personal muy valioso con mucha experiencia y los más jóvenes no estamos en las condiciones laborales de antes. A nivel de trabajo, al poco de llegar yo, comenzó la digitalización que agiliza mucho el proceso, se pierde calidad porque aunque te den un curso para montar vídeos en el ordenador tú no eres un profesional de montaje que controle todo, pero es la manera de trabajar más barata y más rápida que ya se utilizaba en otros medios de comunicación. En TVE donde sobre todo lo hemos notado y nos ha hecho mucho daño ha sido que nos quitaran la publicidad porque nos ha restado independencia y libertad al medio de comunicación. Además, ahora en época de crisis, el presupuesto pactado inicialmente se ha reducido mucho y eso nos limita a la hora de viajar, de renovar derechos de productos como la Champions que la perdemos ahora en mayo, de perder series de éxito que se han ido a otras cadenas, en definitiva, de ser menos competitivos. Yo sigo pensando que Televisión Española tiene los mejores profesionales, pero cada vez tenemos menos medios e independencia económica para poder competir y ofrecer productos de calidad. Desde luego no es la edad de oro de este medio de comunicación, pero los que estamos dentro luchamos cada día por el objetivo de ser una cadena de servicio público.

B. S: Con esta situación, ¿no se ha planteado la idea de volver a incluir publicidad?
M. S: Los trabajadores lo pedimos porque sabemos el daño que ha hecho, pero no depende de nosotros. Hay muchos intereses, hay cadenas que se han quedado con la parcela publicitaria que antes teníamos nosotros y no les interesa puesto que siempre es mejor tener un rival más débil en el mercado y más en esta carrera que es tan competitiva y tan feroz. No nos lo van a poner fácil para que volvamos a tener publicidad, pero creo que es la única solución y viabilidad para que esta empresa sea un medio independiente, libre y competitivo. Necesitamos tener autonomía económica.

B. S: Aunque la tecnología haya cambiado la forma de hacer periodismo, ¿cuáles son para usted los principios de la profesión que no deberían cambiar nunca?
M. S: Sobre todo el contrastar las fuentes, que es algo que no se hace, y el hacer periodismo de calle. Como ahora todo va tan rápido y la información fluye de una manera vertiginosa y es más directa, tanto a nivel periodístico, como a nivel de fuentes y del ciudadano, nos metemos mucha presión y se cometen graves errores por ello. Hay que tener mucho cuidado porque si un medio de comunicación, por las prisas, no contrasta las fuentes y mete la pata en ese sentido, eso perjudica a la profesión. Es muy difícil tener exclusivas, ser independiente, diferenciarse de los demás, pero creo que ahora es más importante que nunca la deontología, la ética profesional, el contrastar las fuentes y saber que no vale todo. Al final es la esencia, pero por el nivel ritmo de trabajo muchas veces lo pasamos por alto.

B. S: Como periodista que ha pasado por la misma situación ¿Qué consejo le daría a las nuevas generaciones que se están formando para ser futuros profesionales de la comunicación?
M. S: Lo primero que no pierdan la ilusión, trabajando se puede, pero hay que esforzarse mucho y nadie te va a regalar nada. Te vas a encontrar gente que tiene padrinos y lo va a tener más fácil, se puede llegar sin ellos, yo no tengo y he llegado, no sé si cerca o lejos, pero al menos me gano la vida como periodista y estoy donde quiero estar. Me da mucha pena a veces cuando hablas con gente joven y parece que les preocupa más la presencia que realmente estar formado. Yo creo que no hay que correr tanto, hay que estar preparado de verdad y muchas veces, aunque no lo valoremos, la fase de formación y las prácticas en medios locales son muy importantes. Yo no me considero mucho mejor profesional que cuando tenía 25 años, estaba en una radio local y me escuchaban cuatro personas, ahí fue donde me forjé como periodista. El 90% de lo que soy ahora no ha variado mucho de lo que era entonces. Ilusión, formación y tomaréis el testigo, yo confío mucho en vosotros y aunque la cosa no está fácil es una profesión muy bonita, hay un país que informar y hay que hacer las cosas bien.

B. S: Actualmente sigue en Televisión Española, ¿en qué proyectos está trabajando?
M. S: Voy a empezar en abril un programa de seguridad vial, que se llama Seguridad Vital, que se va a emitir los sábados en la uno y empezaremos a grabarlo después de Semana Santa. Es un año complicado con el tema electoral y vamos a ver qué pasa con las parrillas. Hemos tenido cambios de jefes dentro de Televisión Española y ha habido momentos convulsos de inestabilidad y todos los proyectos están cogidos un poco con pinzas, a lo mejor lo que ahora es un proyecto en unos meses se decide que no y depende mucho de la financiación. Ahora es una nueva etapa, no estoy en deportes ni en informativos, estoy en programas en Prado del Rey y mi objetivo ahora es desencasillarme de mi imagen de periodista deportiva y tocar otros palos. Hay muchos proyectos en mente, pero ya veremos cuáles se concretan.

B. S: El periodismo es una profesión en muchos casos sin horario fijo y que requiere mucha dedicación, ¿cómo se combina la vida personal y la profesional?
M. S: Es muy difícil. Como es una profesión tan bonita, tan vocacional, te atrapa tanto que muchas veces no te das cuenta que dejas de lado tu vida personal, tu vida familiar e incluso a ti misma. Cuando empiezas a trabajar y ves que cuentan contigo para diferentes programas o eventos lo ves como una oportunidad y al final pasan los años y te pasa factura. Si el 90-99% de tu tiempo lo dedicas al trabajo tienes descuidada otra parcela importante de tu vida. Si quieres estar en primera línea es complicado mantener el equilibrio entre lo profesional y lo personal. En mi caso, tengo un niño pequeño y ahora estoy en un momento en el que quiero frenar un poco lo laboral para disfrutar de mi vida personal. Se paga el precio que tú quieras, hay gente que lleva una vida más tranquila y si tienen tiempo para ellos. Normalmente, para los que están en primera línea, es complicado conciliarlo. 

Beatriz Santos (@_BeaSantos_)

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por leerme y comentar